"LAS VOCES DEL SILENCIO"

«No hay historia muda. Por mucho que la quemen, por mucho que la
rompan, por mucho que la mientan, la historia humana se niega a callarse la
boca.— El derecho de recordar no figura entre los derechos humanos
consagrados por las Naciones Unidas, pero hoy es más que nunca necesario
reivindicarlo y ponerlo en práctica: no para repetir el pasado, sino para evitar
que se repita».

Eduardo Galeano

El proyecto se comenzó en 2019, con la pretensión de abarcar todo el territorio de Chiloé. En una primera etapa, por simples razones operativas, se inició en la comuna de Ancud. El objetivo del proyecto era romper la parálisis traumática de la dictadura y las ansias de olvido, a través de la visibilización de las memorias de aquellas personas que sobrevivieron a los atropellos y violaciones de sus derechos humanos durante el período de la dictadura cívico militar, de las cuales nuestro archipiélago no quedó exento.

Para comenzar, nos pareció que lo más urgente era recoger los testimonios de personas sobrevivientes represaliadas en esos años de horror, tanto por el riesgo de perder esta información debido a la edad de las personas como por la riqueza de una historia contada en primera persona.

Para las compañeras y compañeros que aceptaron participar, significó revivir tanto el impacto de la detención frente a la familia, incluidos muchas veces hijos o hijas pequeños/as, como las situaciones de intensos miedos, terrores, humillaciones, inseguridades, indefensión y desolación absoluta durante su reclusión. No fue fácil recordar lo vivido, pero todos los compañeros y la compañera tuvieron un enorme coraje y valentía para enfrentarse a los recuerdos.

Aquí se presenta un libro –primera parte del proyecto- que recoge los relatos de las personas ancuditanas entrevistadas. Loacompaña un video, realizado básicamente a mujeres de la familia, esposas, hijas (un hijo), hermanas, que sufrieron la pena de la
soledad y la angustia de no saber, situación que habitualmente permanece oculta y olvidada. En conjunto pretende ser un pequeño homenaje y reconocimiento a todas las víctimas de la dictadura chilena que gobernó con horror entre los años 1973 y
1990.


La mirada del pasado nos permite pensar el presente para construir un futuro diferente con dignidad y justicia. Un pueblo que no
recupera su memoria está condenado a repetir su historia nefasta.